Monday, November 13, 2006
Las nuevas maravillas del mundo
René Castaño rene.cs@granma.cip.cu
De las siete maravillas del mundo antiguo, seis de ellas hace mucho tiempo dejaron de existir por causa de la erosión, los fenómenos naturales y la barbarie humana. De los monumentos distinguidos con ese título 200 años antes de nuestra era, se han perdido el Faro de Alejandría, el Templo de Artemisa, la Estatua de Zeus, el Coloso de Rodas, los Jardines Colgantes de Babilonia y el Mausoleo de Halicarnaso. Solo sobreviven las pirámides de Gizeh, en Egipto.
Las estatuas de la Isla de Pascua, en Chile, otra de las propuestas latinoamericanas.
El suizo Berbard Weber, aviador, explorador, conservador de museo y director de cine, organizó una votación mundial por medio de Internet para actualizar tales maravillas.
Las nuevas tendrán una ventaja sobre sus predecesoras: la existencia de la UNESCO y del Patrimonio de la Humanidad, que deben evitar la pérdida de monumentos considerados símbolos del arte o de la historia, aun cuando la invasión ocupacional de Iraq y los bombardeos sobre el pueblo libanés priven a la memoria histórica mundial de valiosos tesoros arquitectónicos.
LA IDEA
Bajo el lema Nuestra herencia es el futuro, se abrió una encuesta popular en Internet (www.new7wonders.com), cuyos beneficios serán destinados a la restauración de monumentos, entre ellos los Budas de Bamiyan, en Afganistán. En la web aparecen obras que pueden ser sometidas a votación, a propuesta del propio proyecto, y otras que han sido incluidas por "aclamación" popular.
Toda persona que vote (previo pago), tendrá derecho a registrarse como miembro de la Sociedad de las 7 Nuevas Maravillas, organización establecida para promover globalmente el conocimiento cultural y natural de la Tierra.
En la tradición de las siete maravillas del mundo antiguo se han propuesto muchas otras listas, copadas de hazañas humanas y prodigios naturales. Sin embargo, no existe un consenso general sobre una enumeración en particular.
CANDIDATAS
De cientos de monumentos ubicados en diversas latitudes del planeta, finalmente han sido seleccionados 21 candidatos a la nueva lista. Por Europa destaca la Acrópolis de Atenas, en Grecia; el Palacio de La Alhambra, en Granada, España; el Coliseo Romano de Italia, la parisina Torre Eiffel, en Francia; el Kremlin de Moscú, en Rusia; el Castillo de Neuschwanstein, en Alemania, y el Stonehenge de Amesbury, Inglaterra.
La ciudad inca de Machu Picchu, en Perú, una de las candidatas latinoamericanas a la nueva lista.
El continente americano está representado por la ciudad-templo Chichén-Itza, de Yucatán, México; el Cristo Redentor, de Río de Janeiro, Brasil; las estatuas de la Isla de Pascua, Chile; la ciudad inca de Machu Picchu, en Perú, y la Estatua de la Libertad, en Nueva York, Estados Unidos.
El Taj Mahal de Agra, en la India; el templo Kyomizu, en Japón; la Gran Muralla China; el templo de Annkor, en Cambodia; la Catedral de Santa Sofía, en Estambul, Turquía, y la Ciudad de Petra, en Jordania, son las candidatas asiáticas.
Por África las pirámides de Gizeh, en Egipto, y la ciudad de Timbuktu, en Mali. El Teatro de la Ópera de Sydney es la única propuesta de Australia.
El jurado que deberá proclamar los monumentos más representativos del mundo el 7 de julio del 2007, estará presidido por el ex director de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza y, además de los votos recibidos, se tendrá en cuenta el interés arquitectónico y cultural de los candidatos.
La polémica por tal "selección" no se hizo esperar. Para unos es imperdonable no haber incluido en esa selecta lista monumentos como la Torre de Pizza o las figuras de Nazca. Otros no aceptan que obras erigidas con algún rigor tecnológico como la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad, se hayan tomado en cuenta. Cualquiera que sea el resultado, no pocos especialistas estiman que siete es un número pequeño para homenajear las muchas maravillas, aún en pie, de la historia de la humanidad.
De las siete maravillas del mundo antiguo, seis de ellas hace mucho tiempo dejaron de existir por causa de la erosión, los fenómenos naturales y la barbarie humana. De los monumentos distinguidos con ese título 200 años antes de nuestra era, se han perdido el Faro de Alejandría, el Templo de Artemisa, la Estatua de Zeus, el Coloso de Rodas, los Jardines Colgantes de Babilonia y el Mausoleo de Halicarnaso. Solo sobreviven las pirámides de Gizeh, en Egipto.
Las estatuas de la Isla de Pascua, en Chile, otra de las propuestas latinoamericanas.
El suizo Berbard Weber, aviador, explorador, conservador de museo y director de cine, organizó una votación mundial por medio de Internet para actualizar tales maravillas.
Las nuevas tendrán una ventaja sobre sus predecesoras: la existencia de la UNESCO y del Patrimonio de la Humanidad, que deben evitar la pérdida de monumentos considerados símbolos del arte o de la historia, aun cuando la invasión ocupacional de Iraq y los bombardeos sobre el pueblo libanés priven a la memoria histórica mundial de valiosos tesoros arquitectónicos.
LA IDEA
Bajo el lema Nuestra herencia es el futuro, se abrió una encuesta popular en Internet (www.new7wonders.com), cuyos beneficios serán destinados a la restauración de monumentos, entre ellos los Budas de Bamiyan, en Afganistán. En la web aparecen obras que pueden ser sometidas a votación, a propuesta del propio proyecto, y otras que han sido incluidas por "aclamación" popular.
Toda persona que vote (previo pago), tendrá derecho a registrarse como miembro de la Sociedad de las 7 Nuevas Maravillas, organización establecida para promover globalmente el conocimiento cultural y natural de la Tierra.
En la tradición de las siete maravillas del mundo antiguo se han propuesto muchas otras listas, copadas de hazañas humanas y prodigios naturales. Sin embargo, no existe un consenso general sobre una enumeración en particular.
CANDIDATAS
De cientos de monumentos ubicados en diversas latitudes del planeta, finalmente han sido seleccionados 21 candidatos a la nueva lista. Por Europa destaca la Acrópolis de Atenas, en Grecia; el Palacio de La Alhambra, en Granada, España; el Coliseo Romano de Italia, la parisina Torre Eiffel, en Francia; el Kremlin de Moscú, en Rusia; el Castillo de Neuschwanstein, en Alemania, y el Stonehenge de Amesbury, Inglaterra.
La ciudad inca de Machu Picchu, en Perú, una de las candidatas latinoamericanas a la nueva lista.
El continente americano está representado por la ciudad-templo Chichén-Itza, de Yucatán, México; el Cristo Redentor, de Río de Janeiro, Brasil; las estatuas de la Isla de Pascua, Chile; la ciudad inca de Machu Picchu, en Perú, y la Estatua de la Libertad, en Nueva York, Estados Unidos.
El Taj Mahal de Agra, en la India; el templo Kyomizu, en Japón; la Gran Muralla China; el templo de Annkor, en Cambodia; la Catedral de Santa Sofía, en Estambul, Turquía, y la Ciudad de Petra, en Jordania, son las candidatas asiáticas.
Por África las pirámides de Gizeh, en Egipto, y la ciudad de Timbuktu, en Mali. El Teatro de la Ópera de Sydney es la única propuesta de Australia.
El jurado que deberá proclamar los monumentos más representativos del mundo el 7 de julio del 2007, estará presidido por el ex director de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza y, además de los votos recibidos, se tendrá en cuenta el interés arquitectónico y cultural de los candidatos.
La polémica por tal "selección" no se hizo esperar. Para unos es imperdonable no haber incluido en esa selecta lista monumentos como la Torre de Pizza o las figuras de Nazca. Otros no aceptan que obras erigidas con algún rigor tecnológico como la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad, se hayan tomado en cuenta. Cualquiera que sea el resultado, no pocos especialistas estiman que siete es un número pequeño para homenajear las muchas maravillas, aún en pie, de la historia de la humanidad.