Thursday, August 24, 2006
Cuba defendida desde el corazón del imperio
Hasta ayer 13 683 firmas respaldaron en el mundo el llamamiento La soberanía de Cuba debe ser respetada .
La adhesión de personalidades norteamericanas al llamamiento La soberanía de Cuba debe ser respetada, respaldado hasta ayer por 13 683 firmas en el mundo, revela la consistencia de una elección ética que rechaza la política agresiva e injerencista de la Casa Blanca contra la Isla y el compromiso de estas autoridades con la mafia cubanoamericana del sur de la Florida.
Una de las voces que suscribieron el documento que denuncia la amenaza creciente contra la integridad de la nación cubana, Laura Whitehorn, actuó en correspondencia con una militancia que la ha hecho enfrentar durante las últimas décadas el racismo y defender las causas de los pobladores aborígenes de Norteamérica, la soberanía de Puerto Rico y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, activismo que la llevó a sufrir prisión.
En entrevista con Prensa Latina, otro de los firmantes, el escritor y cineasta Saul Landau, calificó al plan de Bush contra Cuba "como la Enmienda Platt desempolvada, aquel engendro que Estados Unidos impuso al gobierno cubano en 1902 y que daba al gigante norteamericano potestad para intervenir en la Isla cuando quisiera".
"La nueva versión de Bush y su sección secreta —añadió— está remodelada para satisfacer las exigencias de los cubanos de la Florida, que le piden al gobierno una actitud más amenazante hacia Cuba. Se asemeja a la lógica leguleyesca de Al Capone."
Luego de conocer la declaración, la destacada cineasta e investigadora de los medios de comunicación, Deedee Halleck, se sumó al reclamo por respetar la soberanía de Cuba, al considerar que al hacerlo también proclamaba su respeto por los auténticos valores del pueblo norteamericano, ignorados por sus gobernantes.
La Halleck obtuvo celebridad por su documental The Gringo in Mananaland, premiado en los festivales de Venecia y Trieste, que desmonta los estereotipos de los personajes latinos en la filmografía hollywoodense.
La adhesión de personalidades norteamericanas al llamamiento La soberanía de Cuba debe ser respetada, respaldado hasta ayer por 13 683 firmas en el mundo, revela la consistencia de una elección ética que rechaza la política agresiva e injerencista de la Casa Blanca contra la Isla y el compromiso de estas autoridades con la mafia cubanoamericana del sur de la Florida.
Una de las voces que suscribieron el documento que denuncia la amenaza creciente contra la integridad de la nación cubana, Laura Whitehorn, actuó en correspondencia con una militancia que la ha hecho enfrentar durante las últimas décadas el racismo y defender las causas de los pobladores aborígenes de Norteamérica, la soberanía de Puerto Rico y el derecho a la autodeterminación de los pueblos, activismo que la llevó a sufrir prisión.
En entrevista con Prensa Latina, otro de los firmantes, el escritor y cineasta Saul Landau, calificó al plan de Bush contra Cuba "como la Enmienda Platt desempolvada, aquel engendro que Estados Unidos impuso al gobierno cubano en 1902 y que daba al gigante norteamericano potestad para intervenir en la Isla cuando quisiera".
"La nueva versión de Bush y su sección secreta —añadió— está remodelada para satisfacer las exigencias de los cubanos de la Florida, que le piden al gobierno una actitud más amenazante hacia Cuba. Se asemeja a la lógica leguleyesca de Al Capone."
Luego de conocer la declaración, la destacada cineasta e investigadora de los medios de comunicación, Deedee Halleck, se sumó al reclamo por respetar la soberanía de Cuba, al considerar que al hacerlo también proclamaba su respeto por los auténticos valores del pueblo norteamericano, ignorados por sus gobernantes.
La Halleck obtuvo celebridad por su documental The Gringo in Mananaland, premiado en los festivales de Venecia y Trieste, que desmonta los estereotipos de los personajes latinos en la filmografía hollywoodense.